Descripción
La judía es una planta anual, con un sistema radicular bien desarrollado compuesto de una raíz principal con muchas raíces secundarias ramificadas que están más cerca de la superficie. Los tallos son delgados, de sección cuadrangular y a veces con rallas purpuras. Sus hojas son alternas, asimétricas y con la superficie abullonada. El color de las hojas puede ser verde, amarillo, verde oscuro o violáceo. Los frutos de la judía se llaman vainas y pueden tener un tamaño muy variable, tanto en ancho (8-25mm) como de largo (60-220mm). La textura de las vainas también sirve para su clasificación, y dependen de la variedad el cultivo.
En España, el cultivo de la judía abarca unas 9.300 hectáreas, con una producción aproximada de 17.000 toneladas de judías. Aunque la superficie cultivada se ha ido reduciendo, su producción se ha mantenido más o menos constante gracias al aumento de eficiencia del cultivo. La región donde se cultiva más judía en España es Andalucía.
Suelo
Las judías no son muy exigentes en el tipo de suelo, aunque prefieren un suelo ligero para facilitar su crecimiento radicular. Prefieren los suelos ligeramente ácidos a los alcalinos. Son sensibles al encharcamiento, por lo que un suelo arenoso y suelto, aunque con suficiente materia orgánica es el óptimo para su crecimiento.
PH
Salinidad
Calidad
Temperatura
Es un cultivo típico de verano, por lo que necesita temperaturas altas de 18ºC para su maduración. Es especialmente sensible al frío, no germinando a menos de 8ºC y hasta pudiendo morir en caso de frío excesivo.
Riego
Durante la siembra es importante no regar, pero sembrar con el suelo ya regado, para facilitar el desarrollo de la planta. Una vez la plántula tiene cierto desarrollo ya se puede dar el primer riego. El cultivo es especialmente sensible a la falta de agua en el periodo de floración, por lo que se tendrá que asegurar un correcto riego en esa etapa.
Propiedades de riego
Variedades
Hay muchas variedades de judías en España, cada una adaptada a su zona climatológica y con características distintas en relación con la forma del fruto (esférico, alargado, aplanado, elíptico, cilíndrico…) y con el color de la semilla (roja, negra, blanca…). De forma general, tenemos las variedades Redonda blanca, Montxa encarnada, Borriol, Ramet, Reina belga, Pinet y De león.